¡Conoce la forma de pensar agile y cómo acercarte a ella!
De que va esto del Mindset
Esto días la agilidad está en boca de todos, hablamos de valores, de procesos y herramientas, de principios y pilares… y hablamos de mindset. Esta palabra, que está entrando poco a poco a formar parte de nuestro vocabulario activo, ¿qué quiere decir?. El Mindset viene a ser tu forma de pensar, esa filosofía de vida que tiene más que ver con el Ser (ágil) que con el Hacer. Veamos un poco qué significa en la práctica y cómo hacerlo tuyo.
¿y de qué va la mentalidad agile?
Es realmente complicado dar una definición de agile sin usar la palabra ágil. De hecho, es también complicado dar una definición de menos de un minuto que no suene a enlatada y aburrida, que es precisamente lo contrario que queremos lograr. Una de mis definiciones favoritas es de la web InfoQ y viene a decir que:
La filosofía Agile o el agile mindset es el conjunto de actitudes que dan lugar a un entorno de trabajo ágil. Estas incluyen el respecto, la colaboración, la mejora continua, el orgullo de pertenencia, el foco en generar valor para el cliente y la habilidad de adaptarse para reaccionar al cambio. Esta filosofía es necesaria para generar equipos de alto rendimiento, que a su vez entregan un valor alucinante a sus clientes.
Hablar del mindset agile es volver a los básicos. Antes de todo el ruido de las mil metodologías y los trillones de millones de herramientas. Todo surge de un conjunto de valores, de creer que hay una forma de trabajar diferente, y que se basa en una forma de pensar y de actuar mucho más que en el cómo lo llevas a la práctica. Hoy en día la palabra agile se ha extendido más rápido que el entendimiento conciso de qué conlleva y empezamos a ver empresas a las que no les funciona agile, empresas que dicen que no se ajusta a su trabajo (“esto está muy bien para desarrollo de software pero a mi no me encaja…” me dicen), empresas que piensan que seguir un procedimiento de reuniones y roles es suficiente para ser ágil. Pero practicar la agilidad comienza en la forma de pensar, en tu actitud en este reto de transformación, y si eso falla, todo falla.
Pero veamos las actitudes que mencionábamos y cómo llevarlas a la práctica.
Respeto y Colaboración
El pasado mes de febrero en Huella Humana hablamos de valores, y aquí tenéis dos que Agile se pone por bandera: Respeto y Colaboración. Para mi el respeto parte de la escucha, de la apertura a que existen muchas formas de abordar la misma situación y todas las que no son la tuya te pueden enriquecer. En el equipo de Huella Humana el respeto va unido a la inspiración y la admiración por el enorme talento que tienen el resto de mis compañeros. La colaboración la entiendo como poner lo mejor de ti para construir con lo mejor de los demás. En agile los equipos multidisciplinares ayudan a conseguir empoderar a las personas como expertos en sus campos y como llaves de los éxitos del equipo en cada una de sus áreas de conocimiento.
Mejora continua
O aprendizaje continuo. O ambas ¿por qué no? La rueda que nunca se para en agile se basa en hacer un plan, llevarlo a cabo, medir y aprender. Nuestro trabajo diario a veces nos come, y no nos paramos a pensar en qué podemos mejorar. Agile reserva espacios para que inspecciones tu trabajo, tu forma de relacionarte, tu equipo y plantees mejoras de forma colaborativa que te lleven a ser mejor cada vez. El auténtico valor está en el proceso, no hay una meta de excelencia total sino un camino de ser mejores cada día. Esto es algo que tú te puedes plantear: cada vez que acabes una semana, un mes, una fase de un trabajo, una tarea que te ha llevado tiempo y esfuerzo, pregúntate, ¿qué podría hacer diferente para haber tenido mejores resultados? Esas lecciones aprendidas resonarán en tu cabeza y te llevarán a mejorar y adoptar diferentes enfoques.
Generar valor (para el cliente, claro!)
Una de las partes fundamentales de Agile es generar valor en trocitos pequeños. Cada poco tiempo, de forma que le muestro a mi cliente cómo voy y si quiere cambiar de dirección estoy preparado para ello. Se trabaja en espacios de tiempo que dan un resultado que el cliente entiende, y que es sólo una parte de la solución total que harás para él. Y así pasas de una relación negociadora a una relación de colaboración, donde sus prioridades son las tuyas y generar valor para tu cliente tu prioridad.
Adaptarse al cambio
Adaptarse al cambio es algo que construyes con las anteriores: desde los valores generas apertura, comunicación, colaboración; como estás aprendiendo continuamente, y pensando en cómo mejorar, tú mismo lideras cambios que te llevan a ser mejor, y está práctica te fortalece; como ves a tu cliente con frecuencia para adaptarte a él en pasos cortos, la única planificación que te importa es la del corto plazo, porque a largo la incertidumbre manda y no le dedicas más esfuerzo del estrictamente necesario. Te adaptas a los cambios porque los cambios te rodean y son parte del proceso. Te adaptas a los cambios porque tú mismo los lideras y los consideras tuyos.
Y entre tanta incertidumbre y cambio ¿Qué permanece? Tu equipo.
Tu equipo es tu casa, vuestros éxitos son vuestros, tus competencias unidas a las suyas os ayudan a avanzar y se convierte en un todo en al que estás orgulloso de pertenecer, porque les respetas y admiras, porque colaboras, porque mejoras con ellos gracias a vuestras ideas, porque le dais valor y cariño a vuestros clientes.
Agilidad y Huella Humana
La agilidad es parte de la esencia de Huella Humana por esta forma de pensar. Seguiremos hablando de valores de las metodologías ágiles y de cómo encajan con nuestra visión de humanizar las empresas. Agile es un enfoque para desarrollar productos, servicios y soluciones a través de empoderar y confiar en las personas, aceptando el cambio como norma y promoviendo un feedback constante. Llevado a valores, esta definición nos trae colaboración, respeto, confianza, comunicación…
¿Qué valores te gustaría que fueran la bandera de tu trabajo?
¿Cuáles de los valores relacionados con la agilidad te llevarías en tu mochila?
¡Cuéntanos tu opinión, nos gustará leerte!