Liderar desde el equipo20-02-2021
LIDERAR DESDE EL EQUIPO
Hace casi un año desde que comenzó esta situación, un año de incertidumbres, de cambios, de adaptarse, de mantener el rumbo con los ojos abiertos ante la nueva situación…. Un año en el que, si siempre hemos apostado por mejorar y avanzar, en esta ocasión, hemos tenido que ponerle más ganas, más fuerza, más pasión, más creatividad aunque a veces el ánimo se nos escapase.
Todos hemos tenido que adaptarnos a esta situación tan volátil. Y lo hemos hecho tanto en nuestra vida personal como en la profesional. Aprender a organizarnos de otra manera, a improvisar, a adaptar nuestros objetivos, a teletrabajar.
El liderazgo de las empresas y de los equipos también ha tenido que sumarse a esta transformación, si no lo estaba haciendo ya.
Un liderazgo que tiene que enfocarse en apoyar y facilitar el trabajo de todas las personas del equipo. Hay 3 puntos clave para que el liderazgo sea transformador, impulsor y facilitador de los cambios:
Un liderazgo basado en la confianza.
Son muchas las empresas que han tenido que dar un salto al teletrabajo. Lo que hace poco más de un año era un incentivo para las personas, o parte de una política de employer branding, en apenas unos días se convirtió en una realidad para la gran mayoría de las empresas. Realidad que muchos indicadores señalan que ha venido para quedarse.
Por suerte esta situación nos ha cogido con muchas herramientas digitales que han facilitado esta forma de trabajar. Teletrabajar o hacerlo desde cualquier parte del mundo ha sido mucho más sencillo gracias a zoom, slack, miro o trello. De la noche a la mañana se han convertido en herramientas profesionales que nos han facilitado esta transición.
Pero la herramienta más valiosa en esta transición, ha sido la confianza en las personas. Confiar en su profesionalidad trabajando desde el salón de su casa, en la cocina o en su cuarto. Unos de los handicaps del teletrabajo estaba en la duda de si ese teletrabajo restaría productividad, pero el confinamiento ha demostrado que todo ha seguido funcionando y que la productividad ha mejorado en muchas situaciones. Puede que esa confianza haya sido forzada en los primeros momentos, pero ahora podemos seguir aprovechándola y sobretodo cuidandola.
Cualquier proceso de cambio, como el que estamos viviendo ahora, está relacionado con la confianza. Generar un entorno de confianza es clave en esta situación, manteniéndola en un buen nivel para con las personas del equipo. Ella es una energía renovable dentro de las organizaciones. El confinamiento nos ha enseñado que es posible y a confiar en que la productividad va mucho más allá del presencialismo. Sigamos apostando y facilitando esa confianza en las personas, dentro de los equipos para avanzar y crecer.
Una vez leí una frase: “La confianza es una acción del presente que condiciona el futuro”. Si confiamos en que algo va a suceder en un futuro, tenemos que comenzar a confiar desde el ahora para que eso ocurra.
Un liderazgo apoyado en el talento.
Las personas son la clave. En Huella Humana es lo que nos mueve: poner a la persona en el centro de las organizaciones. Las personas tenemos mucho talento. Cada una es diferente y única. Cada persona tiene unas capacidades, un talento especial que le hace única. El gran reto al que nos enfrentamos en la gestión del talento, es que en muchas ocasiones ese talento está anestesiado, se ha quedado dormido por diferentes situaciones. Un informe de Gallup afirma que el 60% de las personas no está comprometida con su trabajo.
En las empresas y organizaciones tenemos mucho talento al que no se le saca partido porque no se le dan las herramientas necesarias. ¿Qué podemos hacer para que esto mejore? ¿Para que cada persona esté motivada con su trabajo?
Un líder tiene que fomentar la autonomía de su equipo para que florezca todo el talento, fomentar la autonomía, la proactividad y la iniciativa. Las estructuras verticales nos han hecho mucho daño. El “ordeno y mando” sin dejar espacio a las aportaciones, al conocimiento, a la perspectiva que cada persona puede tener, impide que los proyectos crezcan de una forma más sana. Confiemos y dejemos espacio para la autonomía, porque detrás de ella hay mucho talento que quiere despegar.
Un líder tiene que aprovechar el intraemprendimiento que surja dentro de su equipo y dar las herramientas y el espacio para fomentarlo. No podemos exigir nuevas ideas e innovación a nuestra gente si no creamos un entorno para ello. Ese entorno para innovar, para crear, necesita un espacio para el error. Porque un error es parte de un proceso de aprendizaje, está unido a esa actitud emprendedora que busca generar valor, que quiere aportar lo mejor para un proyecto.
Un liderazgo sostenido en el equipo
Las situaciones complejas, como la que vivimos, necesitan de mucho compromiso. No podemos solucionar el problema con respuestas simplistas y esperar simplemente a que llegue la nueva normalidad.
Necesitamos abordar estas situaciones de una forma amplia y para ello debemos ser equipo: diverso, con opiniones variadas, con enfoques diferentes. Un equipo multidisciplinar, alineado con la cultura empresarial que trabaje para crear las soluciones que la empresa necesita.
La función del líder pasa por escuchar a todas las voces, apoyando y facilitando lo que el equipo necesita, creando espacios en los que cada persona dé el 100%. En ocasiones, el líder ha de dejar hacer y liderar desde una posición más en la sombra, para que sea el equipo el que construya esa nueva idea. Liderar desde el equipo y no al equipo.
Y quizás el reto está en crear esa nueva realidad que todos buscamos, y para ello necesitamos un liderazgo interior propio. Liderar desde dentro para hacerlo extensible a todas las personas que tenemos a nuestro alrededor.
¿Y tú cómo lideras?