estará destinada al fracaso en el siglo XXI.”
David S Rose
Llevo unos años con el empeño de querer hacer un mundo mejor a través de humanizar las organizaciones, y aunque parece una utopía estoy cada vez más convencida de lo mucho que se necesita y de lo posible que es, a pesar de tener que recorrer un árduo camino para ello, pues os aseguro que no es tarea fácil cambiar la mentalidad de quienes deben ser impulsores del cambio: los que lideran.
En estos años que llevo trabajando con equipos y empresas, acompañándoles en su formación, desarrollo y evolución siempre me he encontrado con las mismas dificultades: las personas y las conexiones entre ellas. Esto es la clave del éxito realmente en toda tipo de relación, sea ésta de amistad, de amor, o de familia, y por eso en las empresas deben ser el centro de toda estrategia.
Todo lo que sea personas y conexiones hace que nos movamos en un entorno complejo, pues nunca sabemos cómo van a reaccionar y qué es lo que va a emerger. Os quiero compartir 3 claves que pueden agilizar el proceso y hacerlo más sencillo y ordenado:
1.- Involucrar a las personas desde el principio. Ellas deben ser y estar en el centro
2.- Contar con un método claro que pueda guiarnos a lo largo del camino
3.- Tener herramientas que faciliten el proceso y ayuden a crear entornos motivadores y colaborativos
Justo estas 3 claves son las que he tenido en cuenta al crear el MÉTODO VITAL
El método VITAL es una manera fácil y estructurada de llevar a cabo un cambio cultural centrado en las personas, generando entornos motivadores y colaborativos y construyendo empresas VITALES, a través de conversaciones de valor que emanan de forma natural gracias a las herramientas de gamificación propias con las que cuenta.
Me gusta establecer una analogía entre el proceso de cambio cultural centrado en las personas y una relación de noviazgo donde se busca un compromiso sólido y duradero. Este tipo de relación no surge de la noche a la mañana, sino que debe pasar por una serie de etapas que van desde la conquista y atracción inicial hasta la aceptación y compromiso incondicional, pasando, por supuesto, por un período de vivencias conjuntas y conocimiento mutuo.
En consonancia con esta idea en el método VITAL he identificado tres etapas diferentes para abordar el proceso de cambio, las cuales están muy relacionadas con la curva del cambio explicada en el capítulo anterior, ayudando a gestionar mejor el recorrido de esta para cada persona.
ETAPA 1: CONQUISTAR
Al principio del cambio cultural es esencial conquistar y atraer a las personas hacia ese futuro que se desea construir con los nuevos valores por instaurar, al igual que al inicio de un noviazgo, se necesita despertar el interés y la curiosidad con una propuesta motivadora o al menos convincente.
En esta etapa debemos vencer los miedos y resistencias que, por norma general, existen. Lo primero es hacer entender la necesidad de ese cambio. Conocer qué se quiere conseguir y PARA QUÉ. Dar sentido a lo que se va a hacer. Tener un propósito común y alinear valores para conectar a las personas, volviendo a ilusionarlas con el nuevo estado que se desea conseguir. Si en esta parte no se convence, es muy difícil seguir la relación (igual que con el noviazgo). No se trata de tener una comunicación unidireccional, como suele ser costumbre, sino de entablar conversaciones profundas para conocer lo que está pasando en el interior de las personas, entender su rechazo y sus quejas para saber las causas reales que están frenando el avance, y actuar desde ahí, con el corazón.
Liderar bien esta etapa ayudará a que las personas cambien esa actitud más reactiva y comiencen a querer involucrarse.
Esta primera etapa del método la he denominado CONQUISTAR.
ETAPA 2: ACOMPAÑAR
Una vez que se ha captado la atención y se han vencido los mayores temores, es momento de caminar juntos y darnos la oportunidad de experimentar, conocer más a fondo los valores, las prácticas y lo que se espera de la cultura deseada. También es momento de conversar con las personas para conocer el sentir que tienen, qué recursos necesitan para verse con confianza de cara a abordar el cambio. Al igual que ocurre en las primeras etapas de una relación romántica, las personas necesitan compartir mucho y no sentirse solas en este punto del camino, para crear un buen vínculo y afianzar la relación.
Las personas deben estar y sentirse acompañadas en todo momento, tener la seguridad de contar con el apoyo tanto de los compañeros como de los responsables. Es el momento de crear oportunidades que inviten a interactuar, compartir y participar entre las personas, nutriendo las relaciones internas y cultivando la confianza. Quienes lideran el cambio deben brindar apoyo y orientación, fomentando un ambiente adecuado para el desarrollo personal y colectivo. Esta etapa es muy importante para mantener la llama del cambio encendida y asegurar la evolución de la empresa.
En esta etapa debemos marcar una estrategia clara con planes de acción enfocados a conseguir:
- Entornos laborales colaborativos y motivadores en los que la gente se encuentre a gusto.
- Una empresa fuerte con estabilidad en el futuro. Una empresa VITAL.
- Formar y desarrollar a líderes, equipos e individuos en los conocimientos técnicos y habilidades que se requieran para sentirse preparados y con confianza ante el cambio.
Aquí ha de nacer el compromiso individual de cada persona. Ser conscientes de que todos pueden ser parte de la solución y responsabilizarse para cambiar su actitud o comportamiento en aquello que pueda afectar al buen funcionamiento del proceso.
Esta es la etapa de ACOMPAÑAR.
ETAPA 3: IMPULSAR
En la etapa IMPULSAR, la tercera del camino, las personas realmente comprometidas con el cambio cultural dan un paso más, queriendo participar de forma activa y creativa en el futuro que desean ver, generando iniciativas y proyectos que pueden desafiar el statu quo.
Es momento de crear e implantar las primeras iniciativas de cambio colectivo. Buscamos la implicación de las personas en la búsqueda de nuevas ideas, su ejecución y seguimiento. Reconocemos los logros y los beneficios de estos, y los celebramos cuando las buenas prácticas se hayan asentado.
La motivación de unas personas debe contagiar a otras, ayudándolas en su propia gestión del cambio. Buscamos coliderar entre todos el cambio, desarrollando la capacidad de autogestión.
Como en todo romance, en el camino del cambio cultural nos encontraremos con dificultades y obstáculos que debemos saber vencer, pero también con alegrías y logros que aprovecharemos para reconocer, celebrar y seguir impulsando los cambios que lleven a asentar las buenas prácticas que marquen una nueva cultura.
Dentro de esas tres etapas, el modelo invita a transitar, de forma colectiva, por un camino de seis fases muy concretas, cada una apoyada por herramientas para facilitar su aplicación. La idea es crear una hoja de ruta estructurada que facilite el camino y ayude a gestionar y liderar la evolución de las personas y la evolución de la empresa, acompañando siempre a las personas en el recorrido de la curva emocional por la que todo el mundo transitamos ante un cambio:
Las tres etapas del MÉTODO VITAL explicadas anteriormente están totalmente pensadas para poder facilitar el proceso de cambio a cada persona desde donde se encuentre. Lógicamente todos somos diferentes por lo que como buenos líderes debemos escuchar y conectar con las personas para acompañarles en el proceso aportando los recursos que necesiten.
A lo largo de estas tres etapas, el método VITAL nos invita a transitar por 6 fases. Fases muy concretas y detalladas que explican perfectamente el para qué de las mismas que apoyándose en herramientas de gamificación y de trabajo, lo hace mucho más ameno y fácil.
Estos son los objetivos y fases de cada etapa:
1.- CONQUISTAR:
Objetivo: conseguir que las personas deseen el cambio.
Fases por transitar: entender, querer.
2.- ACOMPAÑAR:
Objetivo: conseguir entornos laborales motivadores y construir una empresa VITAL.
Fases por transitar: andar, entrenar.
3.- IMPLEMENTAR:
Objetivo: involucrar y comprometer a las personas cocreando iniciativas de transformación por implementar.
Fases por transitar: impulsar, celebrar.
El método VITAL acompaña a las personas a lo largo de la curva del cambio,
liderando con empatía, con corazón y con sentido
¿Quieres construir una cultura más humana en tu organización?
Conoce el MÉTODO VITAL Y SUS HERRAMIENTAS
Esta publicación forma parte del libro que he escrito y pronto saldrá a la luz: IDEAS PARA DESPERTAR EL ALMA Y LA CREATIVIDAD DE LAS EMPRESAS, en donde he dedicado un par de capítulos para explicar el método VITAL y la herramienta de gamificación LA DIANA DE LOS VALORES. Espero que muy pronto puedas tenerlo en tus manos.