LIDERA TU EXPERIENCIA VITAL20-12-2020
No esperes a morir para que otros escriban tu legado. Vive conforme al epitafio que tú quieras escribir.
El despertar interior
Muchas personas sienten, en un determinado momento de su vida, que deben despertar y cambiar su mundo. Y cualquier cambio en el mundo empieza por un cambio en uno mismo. Un proceso que tiene la fecha de inicio que cada uno de nosotros decida y sin fecha de finalización conocida para cada uno de nosotros.
Y es que el proceso de autoconocimiento dura toda la vida. Es la tarea más ardua a la que te vas a enfrentar, porque en la mayoría de las ocasiones, el ser humano que menos conocemos, es uno mismo. En esta etapa debes adentrarte en ti mismo. Sólo conociéndote profundamente podrás trabajar desde dentro de ti mismo hacia afuera.
Para ello te propongo que realices un análisis DAFO de ti. Que conozcas perfectamente no sólo tus debilidades y fortalezas, sino las oportunidades que se te presentan. De esta manera, podrás convertirlas en tus propias fortalezas y que tengas a raya a las amenazas que te acechen y que quieren convertirse en tus nuevas debilidades si no trabajas en sentido contrario.
Una vez tengas terminado tu DAFO, interiorízalo, hazlo tuyo y empieza a trabajar para transformar lo que quieras cambiar. Porque tú puedes cambiar lo que necesites para sentirte feliz contigo mismo. Y cuando encuentres ese equilibrio, deberás empezar a trabajar en su aceptación. Acéptate como eres, con la suma de fortalezas y también debilidades, que te hacen ser ese ser tan especial en este mundo.
Tu propósito de vida
En ese momento ya estás preparado para definir cuáles serán tus intereses. Es decir, qué hace que te muevas, qué quieres lograr, qué te hace sentir feliz, qué aspiraciones te ilusionan, qué sueños te empoderan.
De ese grupo de intereses nacerá un PROPÓSITO. Todos esos sueños serán los cimientos de un único propósito que los vincula a todos y que sólo con pensar en él, se te ilumina la mirada. Ahora solo necesitas establecer objetivos para trazar un plan de acción:
- Fijar plazos para su cumplimiento. No te agobies con esto, porque lo importante no será tanto que cumplas tu calendario como que sepas por qué lo has cumplido o por qué no lo has hecho, de forma que esto te ayude en la temporalización de tus próximos objetivos.
- -Incluir objetivos intermedios, más fácilmente alcanzables que el principal y pensados para acercarte a éste en la línea temporal.
- -Crear una trazabilidad de los objetivos intermedios, de forma que éstos te sirvan de hitos para recorrer el camino hacia el objetivo principal.
- -Analizar los resultados obtenidos con los objetivos intermedios, estudiando las posibles divergencias generadas hacia el objetivo principal y establecer una estrategia de convergencia.
- -Sacar las conclusiones del punto anterior, de forma que puedas establecer un cuadro de control de nuestra gestión futura.
- -Volverte a plantear el objetivo principal.
A lo largo de mi experiencia he observado que me ha frustrado la idea de no alcanzar mi objetivo principal, más por entender que ya no me atraía que por incapacidad para alcanzarlo. Por eso debes hacer un ejercicio de humildad y de evolución. Entender que, por ejemplo, el objetivo que te planteaste hace 4 años, quizás ya no es tu prioridad ahora. Y no juzgarte por ello, ya que tus objetivos pueden ir modificándose con el devenir de tu vida.
Decidir cada paso de tu vida de forma consciente
Es el momento de entrar en acción. Vamos a pasar de palabras a decisiones, actos que marcarán nuestro camino. Para ello debes ser capaz cada vez que vayas a tomar una decisión de:
a.-Realizar una escucha activa de toda la información que te llegue. Sin juzgarla, poniendo el foco en el mensaje y no en ti, tal y como has practicado en la etapa anterior.
b.-Analizar la situación en la que se deba desarrollar la decisión, determinando su necesidad, asignándole un tiempo para tu proceso interior, identificando los criterios y si te fuera posible, cuantificándolos. Y finalmente evaluando entre las posibles alternativas la decisión.
c.-Una vez tomada la decisión en el punto anterior, debes estar atento y solicitar retroalimentación o “feed back” de la decisión. Estar, por tanto, abierto a la crítica como una fortaleza para mejorar tu toma de decisión futura.
A partir de este momento eres el dueño de tus decisiones y por tanto debes dejar atrás la culpa. Nadie volverá a ser el culpable de ninguno de tus actos. Tú eres el responsable de cada uno de ellos, aprende de cada decisión para avanzar y seguir en ese camino o para retroceder y escoger otro.
Mejora la versión de ti mismo
Te propongo ahora realizar un plan de mejora continua basada en 4 áreas de tu propio cerebro, cuerpo, corazón y alma:
- Área física: es necesario que empieces a hacer deporte. Nuestro cuerpo se desarrolla físicamente para alcanzar su plenitud a los 20 años aproximadamente, manteniéndonos así hasta los 40 años más o menos, momento a partir del cual nuestro sistema inmune se empieza a debilitar y perdemos nuestra condición física con el paso de los años. Para contrarrestarlo, un mínimo de 30 minutos al día de andar a buen ritmo sería suficiente. Y además con ese ejercicio liberamos cantidad de endorfinas a nuestro cuerpo que nos generan una sensación de “subidón” y por tanto de aumento de nuestra felicidad.
- Área mental o intelectual: es necesario que empieces a leer. A partir de los 12 años, mueren unas 12.000 neuronas al día de media, por persona. La lectura reactiva canales neuronales y retrasa la aparición de disfunciones cerebrales por causa de la edad.
- -Área espiritual: basada en lo que te haga conectar con el universo, ya sea la religión, la naturaleza o lo que cada uno estime oportuno La meditación puede ayudar a descubrir tu necesidad interior.
- -Área límbica o emocional: debemos cuidar nuestras emociones, dejarlas habitar en cada uno de nosotros, decidir ser felices como una actitud ante la vida, poniendo pasión a todos nuestros actos.
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Usa la motivación como acelerador
La ejecución de todas estas etapas anteriores puede llevarte bastantes años, en función evidentemente del propósito que te hayas propuesto. La motivación producirá un efecto de animación en las siguientes ocasiones:
*Te rescatará de la pereza.
*Fomentará la curiosidad por tu desarrollo personal.
*Te dará el empujón necesario para vencer el miedo paralizante.
*Te quitará el freno de mano que evita que el constante cambio te afecte.
*Facilitará tu adaptación a cada nueva etapa.
*Acelerará las transiciones entre etapas, al devolverte las endorfinas liberadas con el nuevo subidón que necesitas.
*Te liberará de tus creencias para inundarte de tus oportunidades.
*Te conectará con los demás.
*Te ayudará a tomar las decisiones que ahora te parecen difíciles de tomar.
*Te insuflará el ánimo suficiente para pararte y reflexionar.
Y si ya quieres que la motivación de tu propósito aumente exponencialmente, mi recomendación es que tu propósito se alinee con tus VALORES.
En Huella Humana trabajamos en los Valores para que TÚ seas el capitán de tu propia EXPERIENCIA VITAL.